Frenos de disco para bicicletas

Los frenos de disco han pasado del terreno del freeride y el descenso en bicicleta de montaña a conquistar otras modalidades. ¿Cómo funcionan y por qué este sistema atrae a los ciclistas?

Las ventajas de un freno de disco para bicicleta

Usados ​​en motocicletas durante muchos años, hace años pasaron al mundo del ciclismo en las bicicletas de montaña, los frenos de disco se usan cada vez más en otros tipos de bicicletas. Se encuentran principalmente en bicicletas de montaña y bicicletas híbridas, y ahora también en bicicletas de carretera y de gravel. Los cambios realizados por los fabricantes, en particular el aligeramiento del dispositivo y una mejor accesibilidad en cuanto a precio, sin duda tienen algo que ver con ello. También hay que decir que este sistema impresiona por la excepcional potencia de frenado que ofrece. Además, en comparación con los frenos de llanta, el freno de disco permite un control de velocidad más preciso y una calidad de frenada constante en cualquier clima. Baste decir que el uso de frenos de disco tiene un impacto significativo en el manejo de la bicicleta.

Funcionamiento de un freno de disco de bicicleta

Hay dos tipos principales de frenos de disco: freno de disco mecánico y freno de disco hidráulico. El freno de disco mecánico funciona de la misma manera que un freno de llanta: cuando se acciona la palanca, la tensión del cable hace girar las pinzas para presionar las pastillas contra el disco. El funcionamiento del freno hidráulico es un poco más complejo: un líquido contenido en un depósito colocado al lado de la palanca se inyecta en una tubería llamada latiguillo. Este líquido luego empuja los pistones en las pinzas para moverlas y hacer que las pastillas entren en contacto con el disco. Los frenos de disco hidráulicos son generalmente un poco más caros que los frenos que funcionan por cable. Sin embargo, son más potentes y están mejor preservados de la suciedad gracias a su sistema estanco. Los discos mecánicos son más fáciles de mantener.